La profesión de comercial autónomo requiere de muchas horas de trabajo y dedicación, pero puede ser una salida laboral muy lucrativa.
Trabajar como comercial autónomo puede ser poco atractivo para los que busquen un trabajo con ingresos fijos, pero se ha convertido en una fórmula de crecimiento profesional muy interesante para otras personas, que ven cómo sus ingresos aumentan día a día.
En un momento de crisis como el actual, la figura del comercial autónomo está tomando especial fuerza, teniendo en cuenta que las empresas buscan reducir su masa salarial física ante la incertidumbre económica derivada de la pandemia. En este contexto, los freelance encuentran una oportunidad para hacer negocio y poder generar ingresos por sí mismos, incluso trabajando desde cualquier parte del mundo.
Pero, ¿qué características debe cumplir un buen comercial autónomo? Al igual que en una empresa, el freelance debe tener claro su modelo de negocio, su mercado potencial, la competencia dentro de su sector… En este sentido, los méritos de las ventas terminarán siendo suyos, pero también los fracasos que puedan surgir por el camino y que pueden poner en entredicho la calidad del trabajo con sus clientes.
Por eso, antes de lanzarte a ser comercial autónomo, es necesario que elijas bien los productos y servicios que incluyes en tu cartera, así como los clientes que puedes abarcar. Además, es necesario que sepas que, en un primer momento, el negocio podría tardar un poco en despegar. Este tipo de profesión requiere de contactos y una experiencia previa, por lo que lo lógico es que tu cartera de clientes vaya aumentando con el tiempo.
4 perfiles para triunfar como comercial autónomo
Agente libre. A pesar de que algunas empresas buscan contratar un comercial autónomo en régimen de exclusividad, los agentes libres trabajan con una amplia lista de clientes y contactos, lo que les permite no ser contratados por horas, sino por la capacidad de vender más deprisa. A menudo, este perfil de comercial autónomo comienza vendiendo un producto y más tarde va incorporando nuevas opciones a su cartera, para lo que es muy útil aprender a identificar las necesidades del consumidor.
Agente libre especializado. A pesar de que el comercial autónomo suele trabajar con varios productos y servicios, especializarse en una actividad concreta puede ser una opción de lo más rentable. Además de ganar credibilidad ante clientes, la especialización permite utilizar la misma base de datos de compradores para hacer que estos añadan más productos o servicios a su cesta. Sin embargo, ofrecer productos que compiten entre sí puede terminar por generar desconfianza.
Agente libre sectorizado. En este caso, el comercial autónomo se convierte en un experto en un sector, algo que utiliza para vender productos y servicios complementarios entre sí. Esto permite a los profesionales generar ventas recurrentes y dar una imagen de especialización más potente, lo que le permitirá crecer de una forma más rápida.
Agente de nicho. Por último, el agente de nicho es el comercial autónomo más valorado por las empresas. Suelen tener una gran experiencia y relación estrecha con grandes compradores, por lo que son de gran valor para sus clientes. Llegados a este punto, no es necesario invertir grandes cantidades de tiempo en el trabajo, ya que una sola venta puede generar grandes ingresos en forma de comisiones.